27/07/09



Pobres caballos.

Entonces me doy cuenta de que mi vida es aburrida y trato de descifrar el por qué de eso.

Me encuentro con que me falta algo. Algo importantísimo para todos los grandes personajes de la historia. O de ficción, no sé.

Creo.

Un nemesis.

Un archienemigo.

Alguien que esté planeando en contra de mí. Que me haga sudar antes de doblar cualquier esquina. Que me haga dudar del bocado que me llevo a la boca.

Una persona a la que tan sólo mi presencia en este planeta le sea insultante. Alguien que no pueda ver mi foto, pues la reacción sería de un berrinche furioso.

Pero sin pistolas ni nada letal. Imaginación. En lugar de Colt .45, piensen en algo por el estilo de la marca ACME.

Sería un sueño hecho realidad el utilizar mis pocas neuronas restantes para armar planes elaborados en contra de mi adversario. Tan sólo puedo imaginar la satisfacción que esto traería.

Si a alguien se le antoja ser mi nemesis, déjenmelo saber.

Lo cual me recuerda a algo relacionado con la semana pasada, del curso que di.

Les presento a Toño:



No sé si noten una expresión extraña en su rostro. Como un placer ya olvidado para nosotros los adultos.

Es la expresión de un niño después de hacer una travesura. Volteó y se encontró con mi cámara, afortunadamente no tuvo tiempo de cambiar de expresión.

Vean la foto otra vez, tal vez lo noten ahora.

Alomejor tenían que estar ahí para entenderlo...

22/07/09

Cambio

Ok, entonces estaba todo deprimido por diversas cosas que no han ido bien, sobre todo en el ámbito profesional. Entonces me piden que ayude a dar un curso de verano de actuación a un grupo de niños en la Olin Yoliztli y todo está mejor ya.

Vean.








20/07/09

Ficción

Respiro.

Entonces ella me pregunta "¿Qué pasó con Tatiana?"

"¿Cuál Tatiana?"

"Tu exnovia. Wey."

"Hmmm, no sé. No creo que quiera hablar conmigo."

"Según tú, se iban a casar y a vivir juntos e ir a Uzbekistán y te iba a enseñar ruso y todo..."

"Pues si, pero tronamos y ya nada. Era mucho pedir para 3 semanas de relación. Ni novios éramos."

"Cierto. ¿No extrañas Nueva York?"

"Siempre. A ella también. Seguro porque está lejos."
Soy muy distraído.

No sé si les haya contado que una persona me describió como una persona que tiene un cable mal colocado y escucha pura estática. Que me tengo que concentrar a través de la estática.

Me traumó por semanas.

No puedo concentrarme en nada.

No es cierto. No puedo concentrarme en lo que no me gusta. Nada más.

He tenido pocas decepciones amorosas, pero las veces que me he sentido mal, inconcientemente he hecho un experimento de ellas.

Me torturo y me torturo hasta que ya no me siento mal. Eso de olvidar y todo no ayuda realmente. El chiste es sufrirle, hasta que ya te hayan tratado tan mal que ves lo estúpido de tu actitud y te vuelve a caer bien la persona que te sigue mandando al carajo.

Regresemos en el tiempo. Se llama Gilda.

Yo por supuesto estaba enamorado y ella por supuesto que no de mí. Vivir con alguien que te encanta así es horrible.

Entonces me llevaba a los bares de los muelles del lado oeste de Manhattan. No eran bonitos.

Cuando todavía le decían Hell's Kitchen. La comunidad gay todavía no entraba a hacer la zona más habitable (y más cara) y los bares estaban llenos de personajes extraños. No extraños como artistas. Marineros. Trabajadores. Era fácil meterse en broncas ahí.

Sólo a mí me llevaba. Creo que porque era el único que la acompañaba. A mí me gustaba. Nadie me pedía identificación ni nada. Sabía que el regreso en el metro iba a tomar más de una hora porque en la noche, el tren Q no pasa muy seguido. Esa hora iba a ser para mí, toda para mí.

En fin, no resultó. Y me mandó a volar severamente. Y me tuve que chutar varias noches escuchándola hacer el amor con otro(s).

Pura diversión.

Entonces me encontré así:

1) 19 años.

2) Viviendo en Astoria, Queens. Ya es un área bonita también, en ese entonces no lo era mucho.

3) Trabajando en un antro de mala muerte de samba.

No era tan malo.

Por varios años estuve a salvo.

Y caí otra vez. Con una sonorense.

"Ya no siento nada."

"Pero si la semana pasada decías que me amabas..." (Yo)

"Si, pero ya no."

"¿En serio no?"

Y así, hasta que me hartaba de que me dijeran que ya no me querían. De repente ya no había bronca.

La mejor.

"No puedo, estoy casada Xavier, entiende..."

"Lo sé (mano en la frente), creo que no debería pasar nada entre nosotros hasta que te divorcies..."

Se divorció, anduvimos, vivimos juntos y se terminó todo horriblemente. Todo esto en Baja California Sur. En Los Cabos. Bonito lugar para visitar, horrible lugar para vivir.

Después una mujer a la que le llevo 8 años. No hubo dramas, pero me decía que parecía que yo quería justo eso.

"Tal vez estamos aburridos ¿Por qué no nos dejamos de ver un rato? Si nos volvemos a ver y queremos salir es que hay algo ahí."

"Ok."

Ya no nos volvimos a ver. Y no sé por qué.

Alomejor traigo ganas de otro drama. No me gusta ser el típico hombre que no está listo para comprometerse. Así lo he sido por varios años. Lo malo es que uno se acostumbra porque es muy buena edad para ser ese típico hombre. Alrededor de los 30.

No hay ficción en esto. No me quiero imaginar nada. No sé para qué lo escribí. Debo traer algo pegado en la mente. Es lo que hacen periódos largos de carretera...

Mejor vean esto que me mandaron:

03/07/09

I think I'm in love...

...I'm probably just hungry.

Hablo con mi abuela. Me dice que tiene ahorros. Que si no los quiero.

Mi madre me dice lo mismo.

Un amigo me propuso armar un negocio también.

"¿Negocio de qué?"

"Pues de lo que haces."

Está bien que él no tenga una idea clara de lo que hago. Yo tampoco la tengo.

La gente no sabe bien qué es lo que hago, pero sí creen que es algo creativo.

Me ven tranquilo siempre, por lo que suponen que me va bien.

Ojalá pudiera usar el dinero de estas personas, pero el dinero no me importa mucho y creo que a ellas sí. Alomejor no lo cuido muy bien. Mejor no me echo responsabilidades.

Creo saber un poco de por qué no quiero responsabilidades, aparte el estrés que causa.

Verán, tengo 30 años. Quiero suponer que tengo ya algo de idea de cómo es el mundo, pero todavía hay algo en mí que rechaza lo mal que está.

Éso no importa.

De pronto me dan ganas de ir a lugares de conflicto. En todo el mundo. Tomar fotos. Viajar. Será adictivo y no creo poder dejar de hacerlo.

El problema con éso es que yo ya creo que somos una porquería de especie. No sé si lo deba reafirmar. Me voy a enojar más con todos ustedes (y conmigo mismo). Y no sé que finalidad tenga éso.

Pero también me encontraré a gente que es feliz enmedio de toda la mierda. Gente que puede vivir con lo que le toca y sentirse satisfecha y que me enseñará muchas cosas acerca de la vida.

¿El viaje es lo que cuenta?

Entonces me pongo a pensar. Cuesta trabajo a veces. Me he golpeado severamente la cabeza.

¿Si ya sé que el mundo es una porquería y mi vida va a terminar demasiado pronto (para mi gusto), para qué molestarse?

A veces me gustaría poner una cafetería. Algo muy simple, con un proyector en una pared enorme y una tienda de esoterismo atrás.

Me gusta el ambiente esotérico. Aunque no crea en eso.

Ahí les va un tip. Los que leen cartas y manos tampoco son muy creyentes en eso. Es entretenimiento.

Lo sé porque vengo de una familia de cirqueros y porque mi madre y mi abuela saben echar las cartas y hacer la prueba del huevo y etc.

Sin embargo, hay un aire de misterio y de sabiduría en todo eso que me gusta. Tengo sangre gitana y me gusta ver como hablan y convencen a la gente de el poder de las coincidencias.

Bueno, entonces pongo este café y me hago de una clientela regular y muestro películas todo el día y viajo con lo que me deje el café y me encuentro con una mujer genial y tenemos más de 4 hijos y viajamos todos juntos y me hago viejo y un día me veo rodeado de muchos nietos y les enseño a hacer cosas que sé hacer como malabares con botellas y pelotas y a tocar guitarra y a que se diviertan. Mucho.

Perdón por la gramática.

Y entonces estas 2 formas de vida me llaman. No son compatibles.

No soy fotógrafo, ni músico. Si lo fuera, no pensaría que no quiero mostrar mis mejores fotos ni mis canciones. No me interesa la opinión de nadie acerca de ellas. Son como pensamientos o notas. Son para mí, nada más.

No tengo futuro en eso.

Y no me preocupa mucho.

Creo que esas son mis opciones. No soy muy ambicioso, creo. Ojalá si pueda hacer alguna.

Claro que lo más seguro sea que la vida no me deje hacer nada de éso y acabaré no sé cómo en no sé dónde.

Ojalá que me pueda adaptar bien a eso que todavía no sé qué es.

Extrañamente, esta entrada no tuvo ninguna finalidad.

Digo extrañamente de manera sarcástica, porque mis entradas nunca tienen finalidad.

Ni nada de lo que hago, creo.

Hmmm.... tengo hambre.

I think I'm the best, babe.

Probably like all the rest...